Relación muy estrecha con el río Marañón
Sus aguas resguardan la historia de toda una cultura y a los espíritus que han cuidado por siglos la Amazonía. Para ellos, debajo del río existe toda una ciudad similar a la nuestra donde viven sus hijos, padres, nietos o abuelos que se perdieron en sus profundidades, pero que aún siguen teniendo una conexión con la familia.
“El alma del río Marañón: Historias sumergidas del pueblo kukama” es un proyecto de más de cinco años realizado por el equipo de Radio Ucamara que recoge los relatos y las historias individuales y colectivas de cientos de generaciones. A través de un mapa interactivo, los visitantes pueden sumergirse en las profundidades del río para conocer aquello que no se puede ver a simple vista: La memoria y la cosmovisión de toda una cultura.
A través de reuniones y talleres con los líderes de las comunidades, animadores religiosos y otros miembros del pueblo kukama, el equipo recogió toda la información necesaria para realizar el mapeo de los lugares significativos. Ya entre setiembre del 2016 y octubre del 2017, y con el apoyo de organizaciones como WCS Perú, se lograron cuatro salidas a cam po que permitieron georreferenciar los elementos identificados en los mapas.
La información recopilada en este proyecto y la ubicación de cada elemento de la cosmovisión del pueblo kukama no solo nos muestra la importancia que tienen los ríos para toda una cultura; sino también el gran impacto social que trae la construcción de infraestructura mal planificada , pues no solo se estaría cambiando el espacio donde viven; sino, también, se podría estar destruyendo una parte su memoria. Y eso no tiene retorno.
Derrame de petróleo en comunidad Nueva Alianza
Otro derrame en Monterrico
Consuelen a mi Pueblo, Cuninico
Derrame de petróleo en Nueva Santa Rosa
Loreto, dos demonios y muchos pueblos indígenas en riesgo
Sanando el Alma
Petrotal y el Pelotón de la muerte
A un mes del derrame
25 de setiembre 2016, otro derrame de petróleo en la comunidad de Monterrico, Distrito de Urarinas, Provincia y Región de Loreto en la amazonia peruana. Tres pueblos impactados: Urarinas, Kukama y Omurano, este último declarado como extinto en los años 50´ por el Estado peruano. La intención de desaparecer a los pueblos indígenas a lo largo de la historia en la amazonia se ha manifestado en muchas formas. Cientos de familias se han quedado sin alimentos y sin agua. Cuales serán las reacciones del estado esta vez. Los pueblos exigen atención inmediata, pero sobretodo exigen justicia y respeto.
A dos años después del derrame de petróleo en Cuninico, los pobladores claman justicia. Esperan el fallo que dará el juzgado mixto de Loreto Nauta a su demanda y la atención del estado. Un estado indolente y de espaldas a sus ciudadanos, insensible ante el dolor y el sufrimiento de la gente afectada. El caso Cuninico ha llegado hasta la corte Interamericana de derechos humanos, donde se dio a conocer la grave situación en la vive la población tras el derrame de crudo. También se espera la visita de la CIDH a la Comunidad de Cuninico y otras zonas afectadas por los derrames. El pueblo kukama del marañón experimenta desde hace muchos décadas la presencia del “Maisangara”, el espíritu malo, la gente que todo lo destruye con el fin único del dinero. Cuninico clama justicia…..no hay alimentos sanos, la salud se ha deteriorado alarmantemente, los derechos al territorio vulnerados. Consuelen a mi pueblo y hagamos que haya justicia y respeto para todos.
En este mundo amazónico indígena y no indígena conviven pueblos de distintas nacionalidades, el Estado, los demonios y los espíritus que sanan y mantienen la armonía de la naturaleza. Muchos problemas en la Amazonía son difíciles de enfrentar porque no tienen nombre; o algunas veces tienen muchos nombres y muchas formas. Sobre todo los que hacen más daño y generan más temor en la población. En el pueblo Kukama llamamos maisangara al demonio, a todos los males, que con el tiempo han ido convirtiéndose en la invasión de nuestros territorios, en contaminación, en la indiferencia del Estado y en la llegada de nuevas enfermedades, como ahora el Covid-19.
Una presencia que salva vidas: Desde los chamanes en todas sus categorías, a las propias mujeres madres que heredaron, cuidaron y utilizan los conocimientos de las plantas medicinales, a los promotores de salud indígenas del bajo río Marañón, que en las décadas de los años 80 y 90 fueron capacitados y acompañados por los misioneros y misioneras Agustinos del Vicariato Apostólico de Iquitos, en una alianza entre el Ministerio de Salud y la Iglesia del Vicariato. Siendo en aquel entonces jefe del Centro de Salud de Nauta el doctor Carlos Calampa, hoy director de la Dirección Regional de Salud (Diresa). Pero como el ministerio siempre hace las cosas a medias o no hace nada con los pueblos indígenas, los Agustinos Misioneros del Vicariato tuvieron que contratar por muchos años enfermeras en Nauta y Santa Rita de Castilla. Poco a poco el mismo ministerio fue desplazando a los promotores de salud indígenas con la promesa de una mejor atención con equipos, instalaciones y personal médico calificado. El cumplimiento de estas promesas siempre insuficientes trajo como consecuencia en las últimas décadas, la esterilización forzada en el gobierno del fujimorismo y otros programas que en algunas ocasiones en lugar de ayudar complicaron la enfermiza relación entre el Estado y los pueblos indígenas. Es imprescindible una nueva forma de relacionarse y accionar, una que no enferme y en cambio robustezca la salud y la vida en alegría. Las medicinas y vacunas son importantes, pero es mucho más importante no dañar la tierra donde se armoniza la vida de las “gentes” y donde no ha hecho falta más de lo que ya tenemos en nuestros territorios. Esta nueva forma debe exigir a la ciencia médica hacer un acercamiento respetuoso y de admiración a los conocimientos indígenas para mantener la salud y la cura de la enfermedad; así como dejar de sentirse la única fuente de sanación para la humanidad. Debe respetarse la continuidad del uso de los conocimientos medicinales a partir de las plantas u otros seres vivos que nos ayudan a sostenerla desde los pueblos indígenas.
El pasado 8 de agosto la violenta represión policial a una protesta contra la compañía PetroTal, que opera en el Lote 95, ocasionó la muerte de tres indígenas y numerosos heridos en Loreto. Hoy, los deudos y víctimas piden justicia y denuncian abusos de la petrolera frente a la indiferencia de las autoridades.
En los últimos meses, varios líderes indígenas de la zona han sido amenazados de muerte, entre ellos el apu de Villa Gran Tierra, Maister Flores Crispín, cuyo hermano fue asesinado durante la represión del 8 de agosto. El dirigente necesita protección para él y su familia. Sin embargo, cuando se trata de las comunidades indígenas, la policía de Bretaña se mantiene indiferente. El Estado peruano invierte millones de dólares para “modernizar” la refinería de Talara justo cuando el mundo está obligado a cambiar de matriz energética. En simultáneo, el presupuesto designado para el cierre de brechas en los territorios afectados directa o indirectamente por la actividad petrolera es insuficiente; y no se sabe con certeza, cómo se elabora y se gestiona por las autoridades. Mientras tanto, las víctimas: viudas, huérfanos, padres y madres ancianos y los hombres que han quedado discapacitados por balas que atravesaron sus cuerpos, durante la represión del pasado 8 de agosto, claman justicia.